Bienvenidos

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Carta del Presidente

“Debemos entrar a la cancha de lo Público con transparencia y sin complejos”

Bernardo Larraín

Presidente SOFOFA

En un contexto donde la ciudadanía está cada vez más empoderada y exigente -lo que debemos celebrar- es necesario conectarse con ella profundizando el proceso de evolución en la manera de cómo hacemos empresa en Chile. Dejemos atrás la caricatura del empresario situado en un pedestal, que por años hemos cargado, y entremos a la cancha del debate público con horizontalidad y humildad, pero sin complejos.

Es nuestro rol recuperar la confianza en la Empresa como motor de un desarrollo integral, mostrando señales de renovación y el ejemplo de que sí nos importa el cómo hacemos las cosas. De esa forma, debemos impulsar nuestro anhelado crecimiento de una manera sustentable y transparente, porque nuestro objetivo debe ser el que seamos percibidos como un eslabón fundamental en la cadena de valor para que nuestra sociedad pueda progresar con justicia y equidad.

Para este propósito, SOFOFA ha trazado una nueva hoja de ruta donde la empresa tiene un rol protagónico. No cualquiera, sino la empresa dinámica. Esa empresa que quiere pasar de pequeña a grande, de regional a tener alcance nacional; aquella gran empresa nacional que quiere conquistar nuevos mercados en otras latitudes; o la extranjera que quiere desafiar una industria nacional con nuevas tecnologías y modelos de negocio; o la nacional que responde adaptándose a un entorno competitivo diferente.

Una empresa que extiende el perímetro de su actuar para colaborar, colectivamente a través de sus instituciones representativas, en los desafíos sociales o públicos que tenemos como país. Desafíos que, además de ser imperativos éticos, representan una oportunidad para el desarrollo empresarial como son el integrar al mundo del trabajo y el emprendimiento a aquellos sectores de la sociedad que tienen mayor dificultad de acceso. O bien aprovechar la inversión privada, su capacidad de gestión y de innovación, para fortalecer instituciones que permitan conservar los abundantes ecosistemas valiosos que tiene nuestro país.

Una empresa consciente de la importancia de gestionar sistemáticamente culturas empresariales evolutivas que promueven el actuar íntegro de las personas que la integran.

Dinamismo y evolución, son las palabras que inspiran nuestros planteamientos. Por eso no promovemos mantener el statu quo cuando este favorece la estabilidad de un mercado protegido.

En este contexto, hemos construido nuestra hoja de ruta que, como verán en estas páginas, se compone de cuatro pilares.

Porque es un imperativo de supervivencia adaptarse a un entorno dinámico, promovemos de manera sistemática una evolución empresarial para romper inercias que dificultan esa adaptación.

Una empresa así concebida, debe estar conectada con las innovaciones que están ocurriendo en las fronteras de sus industrias y con los emprendedores que están desarrollándolas. Debe estar conectada con su entorno humano y natural, de manera de adaptarse a él y a las expectativas cifradas hacia la empresa. Debe estar conectada con sus colaboradores, proveedores y clientes, y con la persona detrás de ellos. Una empresa que no se queda en conectarse con, sino que, a través de la gestión sistemática de estas relaciones, las integra al centro de la estrategia y gestión empresarial.

Porque el Estado – sus instituciones, sus regulaciones y su gestión – se ha quedado atrás de los desafíos del siglo XXI, promovemos su modernización de manera que tenga el dinamismo, eficiencia y eficacia para que esté al servicio de ciudadanos, inversionistas y emprendedores. Debemos dejar las categorías que describen al Estado como un fin en sí mismo –de bienestar, subsidiario, garante de derecho o mínimo– para modernizarlo en su condición de instrumento para articular los diversos fines o intereses que coexisten en una sociedad compleja, de manera de hacer posible la vida en comunidad.

Un Estado así concebido, debe facilitar los procesos dinámicos indicados más arriba, como el de un emprendedor que se quiere transformar en una empresa que crea valor, genera empleos y se abre espacio compitiendo de manera renovada y elevando el estándar a los demás, o el de un inversionista extranjero que quiere desafiar un mercado local con una nueva tecnología.

Las instituciones estatales deben lograr un equilibrio entre dar espacios de participación ciudadana, conservar el medio ambiente y facilitar los procesos de inversión. Sus regulaciones deben ser tan exigentes, como simples y dinámicas, y estar expuestas a un proceso permanente de revisión de si los objetivos que persiguen están siendo buscados con eficacia y eficiencia, características que deben condicionar la gestión de un Estado al servicio de los ciudadanos.

Porque son socios de SOFOFA una gran diversidad de empresas, gremios sectoriales y regionales, y porque nos vinculamos con empresas de otros países a través de diversos consejos empresariales, es que nos nutrimos de sus experiencias al construir nuestra agenda de evolución empresarial y modernización del Estado. Además de aprovecharnos de sus experiencias y vivencias, queremos generar capilaridad, para que sean portadores de nuestras propuestas y mensajes.

Para avanzar en esta hoja de ruta, creemos en la colaboración empresa, sociedad civil y Estado, así como resaltamos la importancia de la política y sus instituciones, las que debemos respetar en su relevante misión de conectarse con las demandas ciudadanas, para que debidamente procesadas, se transformen en soluciones sostenibles en el tiempo.

Los invito a conocer con mayor detalle nuestros focos estratégicos y los principales hitos impulsados en cada uno de ellos durante este primer año de trabajo.

Bernardo Larraín

Presidente de SOFOFA

Bernardo Larraín Presidente SOFOFA

Quiénes Somos

SOFOFA se constituyó como la Sociedad de Fomento Fabril el año 1883, para promover la industria manufacturera de la nación. Desde entonces ha evolucionado hasta constituirse en la más importante, representativa y diversa institución empresarial del país.

En efecto, SOFOFA es hoy una federación gremial sin fines de lucro de empresas y asociaciones empresariales. Agrupamos a más de 160 empresas socias, dentro de las cuales se encuentra el 50% de las empresas que conforman el IPSA de nuestro país.

Son socias de SOFOFA 48 asociaciones sectoriales, las que representan a los principales sectores de la economía chilena como son la minería, la industria forestal, celulosa y papeles, la agroindustria, la salmonicultura, la pesca, la infraestructura y logística, la energía, el vino, el retail, las tecnologías de la información, la telefonía, los alimentos y bebidas, el pan, la industria del capital de riesgo, entre muchos otros. De igual manera, 22 asociaciones empresariales de la totalidad de las regiones del país también integran SOFOFA.

Todos, en conjunto, representan a más de 4.000 empresas de distintos tamaños y sectores.

SOFOFA Representa

SOFOFA Representa

Nuestra Misión

Cómo lo hacemos

Nos nutrimos de las experiencias de empresas y gremios a lo largo del país y de distintos sectores de la economía.

Consideramos que esta sociedad, más exigente y crítica, es una oportunidad y no una amenaza.

Ponemos la mirada en el futuro para avanzar a partir de nuestra historia, con perseverancia, innovación y capacidad de evolucionar, tal como lo hacemos en nuestras empresas.

Promovemos un actuar íntegro y transparente, poniendo en el centro a las personas y su desarrollo.

Validar a la empresa como un actor confiable y relevante en el proyecto de hacer de Chile un país más desarrollado, moderno e inclusivo.

Nuestra Misión

Validar a la empresa como un actor confiable y relevante en el proyecto de hacer de Chile un país más desarrollado, moderno e inclusivo.

Nuestra Misión

Nueva Carta Ética

SOFOFA propicia el desarrollo de la empresa privada en Chile, sujeto a los principios éticos que, junto con enaltecerla, resguarden los intereses y derechos de toda la sociedad y formen a la vez, dentro de la actividad empresarial, un clima de ejemplar honestidad que asegure una equitativa y armoniosa convivencia entre los participantes que la integran.

Para lograr este desafío, los miembros de la SOFOFA adscriben a los siguientes principios y lineamientos:

1. Respetar y promover el cumplimiento de los principios éticos de una sociedad civilizada y moderna; de la legislación vigente y, en especial, aquellas aplicables al funcionamiento de la empresa.

2. Promover a la empresa privada como una organización respetuosa de la ley; rentable para sus dueños; considerada con sus vecinos; justa con sus trabajadores; responsable con el medio ambiente, honesta con los consumidores y comprometida con el bien común.

3. Mantener dentro de la empresa un ambiente de cooperación, entendimiento y equidad, entre trabajadores, dueños, proveedores, clientes y comunidades.

4. Respetar y promover los principios de una sociedad libre, especialmente la búsqueda del bien común, el estado de derecho, el derecho de propiedad, la libertad de emprendimiento, los mercados competitivos y la autonomía de las sociedades intermedias.

5. Promover reglas claras que resguarden dichos principios y culturas empresariales de integridad que eviten malas prácticas que atenten contra ellos, para así ofrecer mejores productos y servicios a la comunidad.

6. Mantener siempre presente el servicio a la sociedad y la búsqueda del bien común como condiciones necesarias para lograr las legítimas finalidades lucrativas de la empresa.

7. Asegurar la sustentabilidad de la empresa que exige rentabilidad para el capital, cuidado del medioambiente, relaciones armoniosas con la comunidad, desarrollo humano de los trabajadores y honestidad en las relaciones comerciales con clientes y proveedores.

8. Recordar que las empresas son al unísono clientes y proveedoras; oferentes y demandantes. Consistente con eso, las empresas deben tratarse recíprocamente con la misma consideración y respeto que exigen cuando son proveedores con las que demandan cuando son clientes.

9. Las empresas deben procurar una gestión económica, social y medio ambiental que asegure que las futuras generaciones reciban siempre un país mejor del que recibieron sus antecesores.

10. Cooperar con el Gobierno, con las autoridades y, en general, con los 3 poderes del Estado, para promover políticas públicas que tiendan a hacer de Chile un país más próspero, más integrado y más feliz, actuando preferentemente a través de las organizaciones gremiales representativas del mundo empresarial.

11. Preocuparse siempre y oportunamente de las externalidades negativas de la actividad empresarial para que éstas se eliminen cuando ello sea posible, o bien se mitiguen o compensen.

12. Invertir en la capacitación y formación permanente y sistemática de quienes trabajan en la empresa, para tener culturas empresariales y gobiernos corporativos ejemplares que respondan oportunamente a los desafíos que le exige a la empresa una sociedad moderna y cambiante.

13. Reivindicar a la empresa como un actor social donde empresarios y trabajadores conviven, trabajan y se forman profesionalmente. Es el lugar donde por antonomasia se enseña y capacita a todos sus miembros, pero en particular a los trabajadores más jóvenes, quienes tienen así la oportunidad de formarse como personas e integrarse al mercado laboral.

14. Fomentar la integración de Chile al mundo, creando y manteniendo relaciones comerciales basadas en los principios de honestidad y buena fe.

15. Asegurar la transparencia y comunicación de las actividades empresariales preservando, cuando corresponda, la necesaria reserva y confidencialidad.

16. Propender que el Estado esté siempre al servicio de las personas; que sea el árbitro del correcto funcionamiento de mercados libres, que haga cumplir los contratos y la ley; y que respete y promueva las actividades empresariales y aquellas de las organizaciones intermedias.

17. Respetar siempre los principios de no discriminación arbitraria, de edad, sexo, raza y condición, promoviendo la igualdad de trato al interior de la empresa y la integración e inclusión de personas que enfrentan dificultades o barreras para para participar en el mercado laboral.

18. Recordar que la actividad empresarial exige una ética, honestidad e integridad a toda prueba, de empresarios, ejecutivos y trabajadores, así como de sus organizaciones representativas, no sólo porque es conveniente y beneficioso, sino porque es lo correcto.

19. Considerar la confianza de la sociedad hacia la empresa como un activo esencial cuya construcción y mantención debe ser gestionada sistemáticamente.